divendres, 20 de juliol del 2007

La Pepis al Pla


Xino-xano el dilluns 16 (Verge del Carme) la Pepis ens va fer una visiteta a casa.

2 comentaris:

Mingu Manubens Bertran ha dit...

Crec que les nostres mares, les tietes, en algun moment s'havien passat estampes de "santa Teresita", d'aquelles en les que se la veu somrient. Crec que havia comentat que el que havia viscut i escrit era admirable..

Si vols, Imma, passa-li aquest altra trosset a la teva mare. Amb la Isabel dèiem si no podria sonar massa "cursi". Crec que no, tenint en compte que la vida de les carmelites té fama de dura i austera. Si més no, la teva mare té gran sensibilitat i pot entendre bé -segur que millor que nosaltres- el que diu.

El fragment que copio és de quan ja havia mort la seva mare -ella tenia quatre anys i mig. Deu ser per això que "enyora" més el cel..

Entenc que s'adreça a la seva germana Paulina que ara li fa de mare. El "reietó", ja s'entén, és el seu pare.

Diu així:

«Hay cosas que siente el corazón y que ni la palabra ni siquiera el pensamiento pueden expresar..

»¡Qué hermosos eran para mí los días en que mi rey querido me llevaba con él a pescar! ¡Me gustaban tanto el campo, las flores y los pájaros! A veces intentaba pescar con mi cañita. Pero prefería ir a sentarme sola en
la hierba florida. Entonces mis pensamientos se hacían muy profundos, y sin saber lo que era meditar, mi alma se abismaba en una verdadera oración.. Escuchaba los ruidos lejanos.. El murmullo del viento y hasta la música difusa de los soldados, cuyo sonido llegaba hasta mí, me llenaban de dulce melancolía el corazón.. La tierra me parecía un lugar de destierro y soñaba con el cielo..

»La tarde pasaba rápidamente, y pronto había que volver a los Buissonnets. Pero antes de partir, tomaba la merienda que había llevado en mi cestita. La hermosa rebanada de pan con mermelada que tú me habías preparado había cambiado de aspecto: en lugar de su vivo color, ya no veía más que
un pálido color rosado, todo rancio y revenido.. Entonces la tierra me parecía aún más triste, y comprendía que sólo en el cielo la alegría sería sin nubes..

»Hablando de nubes, me acuerdo que un día el hermoso cielo azul de la
campaña se encapotó y que pronto se puso a rugir la tormenta. Los
relámpagos hacían surcos en las nubes oscuras y vi caer un rayo a corta distancia. Lejos de asustarme, estaba encantada: ¡me parecía que Dios estaba muy cerca de mí..! Papá no estaba en absoluto tan contento como su reinecita; no porque tuviese miedo a la tormenta, sino porque la
hierba y las grandes margaritas (que levantaban más que yo) centelleaban de piedras preciosas y teníamos que atravesar varios prados antes de encontrar un camino; así que mi querido papaíto, para que los diamantes
no mojasen a su hijita, se la echó a hombros a pesar de su equipo de
pesca..»

Anònim ha dit...

Gràcies Mingu i Isabel!
El pròxim dia q vagi a veure la mare ja li llegiré de part vostre.
Sembla q está ms tranquila, l'han posada a un menjador més petit i em diuen q no si vol moure, s'hi trova potser més recollida i també estan mes per ella ja q quasi b havia deixa't de menjar.

Apa cosinets, salut!